Desarrollan técnica de alta eficiencia para el análisis de las células T
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 12 May 2020
Las células T reconocen los antígenos extraños o aberrantes presentados por las principales células que expresan el complejo de histocompatibilidad (CMH-I) a través del receptor de células T (RCT) y es el primer paso crítico hacia el establecimiento de la inmunidad protectora contra virus y tumores.Actualizado el 12 May 2020
Habitualmente se usa la coloración con reactivos de CMH de clase I multivalentes (multímeros) seguida de citometría de flujo para interrogar las respuestas de las células T, caracterizar los repertorios de RCT específicos de antígeno e identificar clones inmunodominantes. Los multímeros marcados con fluorescencia que muestran péptidos individuales de interés han revolucionado la detección de células T específicas de antígeno.
Un equipo de científicos que trabaja con los de la Universidad de California en Santa Cruz (Santa Cruz, CA, EUA), desarrolló un enfoque para el análisis de alto rendimiento de células T. El avance clave es la capacidad de cargar péptidos de interés en las proteínas del CMH que el cuerpo usa para presentar antígenos extraños al sistema inmunitario. Estas proteínas del CMH muestran estos antígenos en la superficie de las células, activando la respuesta de las células T del cuerpo, a través de las cuales el sistema inmunitario mata las células defectuosas o infectadas.
La capacidad de expresar antígenos de manera de alto rendimiento sería una gran ayuda para los inmunólogos, ya que podría, por ejemplo, permitirles perfilar de manera más rápida y completa las respuestas de los pacientes a los antígenos relacionados con el cáncer o a diferentes enfermedades infecciosas. En el caso del SARS-CoV-2, por ejemplo, el científico podría cargar proteínas del CMH con péptidos que comprendan el complemento completo de las proteínas del virus y observar qué péptidos fueron más importantes para provocar la respuesta de las células T o cómo variaron los repertorios de células T dependiendo de la gravedad de la infección o del resultado del paciente.
Para abordar el CMH no unido, el equipo desarrolló un método utilizando la proteína relacionada con la proteína de unión a la TAPasina (TAPBPR), una proteína chaperona que se une a los CMH para mantener su estabilidad y también facilita el intercambio de péptidos unidos al CMH. El proceso se pudo simplificar un poco mediante el uso de un flujo de trabajo que produjo proteínas del CMH unidas a péptidos marcadores de posición estándar en lugar del péptido particular de interés, lo que permitió al equipo producir complejos de péptido antígeno-CMH a granel. Los péptidos de marcador de posición se unieron al CMH a través de un enlace fotosensible que se podía romper mediante la aplicación de luz UV, lo que permitió a los investigadores eliminar los marcadores de posición y reemplazarlos con los péptidos de interés reales cuando llegó el momento de realizar el análisis de las células T. El estudio fue publicado el 20 de abril de 2020 en la revista Nature Communications.
Enlace relacionado:
Universidad de California en Santa Cruz