Firma inmunológica predice susceptibilidad al asma
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 13 Mar 2018
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica impulsada por la interacción de la genética, los factores ambientales y un conjunto diverso de células inmunes. Se ha identificado un subconjunto de células T cuya frecuencia sirve como firma inmune de la infancia temprana para predecir en el riesgo de desarrollar asma más adelante.Actualizado el 13 Mar 2018
De acuerdo con la “hipótesis de la higiene”, que sostiene que la mayor exposición microbiana en los primeros años de vida es protectora para el asma, los nuevos hallazgos también indican que la presencia de componentes del polvo doméstico que estimulan el sistema inmune innato disminuye el riesgo de asma.
Científicos del Instituto La Jolla para Alergias e Inmunología (La Jolla, CA, EUA) siguieron a 560 familias de cuatro áreas urbanas desfavorecidas con alto riesgo de desarrollar asma para descubrir posibles factores de riesgo que contribuyen a un aumento en la tasa de asma de los niños que crecen en barrios empobrecidos. El equipo analizó la frecuencia de los diferentes tipos de células inmunes en la sangre recogida de 110 participantes de un año de estudio, la presencia de componentes inmunoestimulantes en el polvo doméstico de los individuos y se cuestionó si alguno de los factores se correlacionaba con un aumento del asma a los siete años.
El equipo utilizó sangre periférica de los participantes para determinar si la frecuencia de las células T asesinas naturales, invariables (iNKT) o de las células T invariantes asociadas a la mucosa (MAIT) en un año, se correlacionan con la polarización de las citoquinas de las células T CD4+ convencionales y/o el desarrollo de asma hasta los siete años. A diferencia de las células T convencionales, que pertenecen al brazo adaptativo de la respuesta inmune y tardan unos días antes de que estén completamente capacitadas en un solo fragmento específico de proteína o antígeno peptídico, las células MAIT e iNKT reconocen componentes moleculares comunes a muchos microbios. Además, se analizaron muestras de polvo de 300 casas para determinar la actividad antigénica de las células iNKT.
Los investigadores demostraron que una mayor frecuencia de células MAIT, a la edad de un año, se asoció con una disminución del riesgo de asma a la edad de siete años. La frecuencia de células MAIT se asoció con una mayor producción de interferón gamma (IFN-γ) por las células T CD4+ activadas de la cohorte. La actividad antigénica de las células iNKT en las muestras de polvo del dormitorio se asoció con una mayor concentración de endotoxinas y también con un menor riesgo de asma.
Mitchell Kronenberg, PhD, presidente y director científico del Instituto La Jolla y autor principal del estudio, dijo: “Encontramos lo que consideraría biomarcadores muy fuertes para los niños que tienen más probabilidades de desarrollar asma a medida que envejecen. Los niños que, a la edad de un año, tenían una frecuencia más alta de las llamadas células MAIT parecen tener menos probabilidades de desarrollar asma a los siete años”. El estudio fue publicado el 5 de febrero de 2018 en la revista Journal of Immunology.