Reducción automática de gastos amenaza el futuro de la investigación médica
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 21 Mar 2013
En una iniciativa para controlar la deuda nacional estadounidense, el presidente Obama ha debido tomar decisiones difíciles y los inminentes recortes de financiación tendrán un impacto político clave en los Estados Unidos y efectos resonantes en la industria de la investigación médica del país, de acuerdo a una reciente investigación de mercado. Actualizado el 21 Mar 2013
De acuerdo a la empresa internacional de investigación de mercado, GlobalData (Londres, RU), la ley de control del presupuesto, Budget Control Act (BCA), fue sancionada por el presidente Obama en agosto de 2011, con el objetivo de limitar los programas de gastos discrecionales para reducir así el défict presupuestario de los EUA en un billón de dólares hacia el año fiscal (FY) 2021. A partir del 1° de marzo de 2013, los recortes generalizados de gastos por aproximadamente USD 85,3 mil millones en el FY2013 solamente, afectarán a todos los programas gubernamentales. Debido a que la mayor parte de la financiación de la salud pública a nivel federal es discrecional, los recortes de la BCA tendrían efectos especialmente desconcertantes en la salud pública y en la investigación médica.
Los programas financiados por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH; Bethesda, MD, EUA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC; Atlanta, GA, EUA), estarán sujetos a un recorte de 8% a 10% una vez que comience a tener vigencia la BCA y se prevé que resultará en una reducción drástica de la cantidad de descubrimientos científicos y desarrollos tecnológicos.
El NIH es una de las agencias de investigación líder a nivel mundial, cuyos fondos de financiación externa subvencionan a una gran cantidad de laboratorios y universidades de los Estados Unidos, y brindan apoyo financiero a prácticamente todos los avances médicos más importantes del país desde la década del 40, incluso el atlas del genoma humano.
Adam Gion, analista de GlobalData dedicado a la dinámica de la industria de la asistencia sanitaria, clarificó la significancia de la agencia: “Típicamente las empresas privadas no invierten en actividades de investigación donde no está presente la motivación comercial, por ende el NIH juega un papel esencial. A los niveles actuales de financiación, el NIH respalda alrededor de 432.000 puestos de trabajo e incentiva un rendimiento económico anual de USD 60 mil millones. Los beneficios financieros indirectos de su investigación es profunda—se ha estimado que cada dólar de financiación del NIH genera alrededor de USD 2,21 de crecimiento económico local. Más aún, los fondos dedicados a investigaciones auspiciadas por el gobierno se estancaron o declinaron cuando se las ajustó por inflación. De hecho han pasado diez años desde que se duplicó el presupuesto del NIH.”
Los recortes automáticos del BCA reducirán drásticamente USD 2,4 mil millones del presupuesto del NIH correspondiente al FY2013 solamente. El efecto se sentirá en los 27 institutos y centros de la agencia.
El Instituto Nacional de Cáncer (NCI), principal instituto del NIH, perdería aproximadamente USD 400 millones. En el FY2012 el NCI otorgó más de USD 115 millones en financiación inicial para respaldar alrededor de 400 proyectos incipientes centrados en el desarrollo de tecnología oncológica. Más del 40% de dichos proyectos desarrollaron agentes terapéuticos dirigidos o dispositivos para el tratamiento oncológico.
También recibirán menor financiación las iniciativas del NCI conocidas como los programas Small Business Innovation Research (SBIR) y Small Business Technology Transfer (STTR), limitando su capacidad de proporcionar financiación externa a pequeñas empresas de biotecnología y empresas nuevas de investigación intensiva con necesidad de acceder a capital para financiar la comercialización de sus tecnologías. “Estos programas impulsan trabajos de creación en todo el país y promueven la formación de la próxima generación de investigadores,” enfatizó el Sr. Dion.
Esta tendencia podría reflejarse más ampliamente en el sector de investigación médica, dado que la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) estima que la reducción automática provocará que el NIH recorte alrededor de 2300 subvenciones a investigadores médicos en el FY2013, lo que representa casi un 25% de disminución de la asignación competitiva de subvenciones de la agencia. La reducción automática del BCA también alteraría el proceso regulatorio propio de la industria sanitaria. Los recortes afectarán a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en USD 318 de su presupuesto FY2013, que es prácticamente lo que se gastó en el FY2011 para analizar y aprobar biológicos, una nueva y compleja clase de fármacos que podría transformar el tratamiento del cáncer y trastornos inmunológicos. Más aún esta reducción en su presupuesto supera el presupuesto total de la FDA para el análisis de dispositivos médicos, previo a su comercialización.
El Sr. Dion tiene sus reservas en cuanto al impacto económico positivo de estos recortes. “La reducción automática del BCA recortará la financiación drásticamente sin control alguno de las agencias o departamentos sobre la forma en que los recortes se aplican a programas individuales y estas reducciones indiscriminadas podrían poner en peligro una amplia gama de prioridades nacionales, y al mismo tiempo causar la pérdida de alrededor de un millón de puestos de trabajo. El Congressional Budget Office (CBO) estima que el impacto de estas medidas en la economía estadounidense provocará una disminución de 0,7% en el producto interno bruto de la nación en 2013, debido al efecto cascada de los recortes en empresas pequeñas y personal gubernamental. Debido a que la economía ya sufre de desempleo crónico y una expansión muy lenta, la reducción automática del BCA podría empujar a la nación a un crecimiento negativo de -2% del PIB (producto interno bruto) en 2013 y 2014.”
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GlobalData