Caracterizan la contraparte tisular a la linfocitosis monoclonal de células B

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 27 Dec 2021
La linfocitosis monoclonal de células B (MBL) se propuso inicialmente para reconocer a pacientes con una población monotípica de células B identificadas por citometría de flujo (CF) de sangre periférica (SP) que no cumplían los criterios numéricos para la leucemia linfocítica crónica (LLC).

Si bien la MBL se define en la sangre, los patólogos encuentran casos raros en los que se detecta una población de células B monotípicas en tejido de biopsia sometido a CF sin una afectación morfológica evidente por linfoma. Los clones de células B descubiertos en biopsias de tejido, sin linfoma manifiesto, pueden representar una contraparte de tejido de la linfocitosis de células B monoclonales de sangre periférica (MBL), denominada, en consecuencia, tMBL.

Imagen: Frotis de sangre de un paciente con linfocitosis monoclonal de células B. Los linfocitos circulantes atípicos están maduros con un pequeño borde de citoplasma basófilo. La población monoclonal de células B en la sangre es inferior a 5 × 109/L (Fotografía cortesía de Elizabeth Courville, MD)

Los hematopatólogos de la Clínica Cleveland (Cleveland, OH, EUA), buscaron todos los casos entre 2009 y 2019 con análisis de CF que demostraron una población de células B monotípicas en la que el infiltrado linfomatoso correspondiente no era evidente por revisión de los cortes rutinarios teñidos con hematoxilina-eosina (H&E). La citometría de flujo se realizó internamente en 31 casos (BD FACSCanto, BD Biosciences, San Diego, CA, EUA). Como mínimo, todos los casos tenían coloraciones inmunohistoquímicas (IHC) para CD3, CD5, CD19, CD20, factor de unión al potenciador linfoide 1 (LEF1) y ciclina-D1. En los casos con historia clínica de linfoma CD10+, también se realizó inmunocoloración con CD10, BCL2 y BCL6.

Los científicos informaron que se identificaron 54 casos (35 ganglios linfáticos, tres esplénicos y 16 tejidos blandos/vísceras). Cuarenta y seis casos eran de tipo leucemia linfoide crónica (LLC), dos eran LLC atípica y seis no eran LLC. tMBL fue detectable por inmunohistoquímica en 14 casos (26%, todos de tipo LLC). La citometría de flujo sanguíneo concurrente, disponible en 10 casos, mostró cuatro con MBL de recuento bajo (tres de tipo LLC, una con tipo no LLC), cinco con MBL de recuento alto (todos de tipo LLC) y un caso negativo para la población clonal. Con una mediana de seguimiento de 51 meses, dos pacientes tuvieron progresión de la enfermedad (LLC, 68,7 meses; y linfoma difuso de células B grandes, 5,9 meses). Los pacientes con tMBL detectable por inmunohistoquímica, tenían un aumento de células B monoclonales por eventos de linfocitos totales, evidencia morfológica de compromiso de la médula ósea, mayor recuento de glóbulos blancos y aumento del recuento absoluto de linfocitos.

Los autores concluyeron que la tMBL abarca un espectro inmunofenotípico similar a la MBL, es detectable por inmunohistoquímica en una minoría de casos (a menudo inmunofenotipo de LLC) y es probablemente sistémica en la mayoría de los casos. El desarrollo de linfoma manifiesto es poco común, pero puede ocurrir, lo que justifica un seguimiento clínico. El estudio fue publicado en la edición de diciembre de 2021 de la revista Archives of Pathology and Laboratory Medicine.

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Clínica Cleveland


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