Evalúan la enfermedad residual mínima post trasplante en la leucemia linfoide aguda

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 12 Nov 2019
La detección de la enfermedad residual mediante técnicas más sensibles que la microscopía de luz, se llama enfermedad residual mínima (ERM) y es un marcador pronóstico importante que define el resultado de la enfermedad. La evaluación de la enfermedad residual mínima (ERM) transforma rápidamente el panorama terapéutico y pronóstico de una gama amplia de cánceres hematológicos.

Se ha establecido el valor pronóstico de la ERM en la leucemia linfoide aguda (LLA) y, cada vez más, se usa su medición al final de la inducción para guiar la necesidad de terapia adicional. Aunque se sabe que la ERM detectable inmediatamente antes del trasplante alogénico de células hematopoyéticas (TCH) está asociado con malos resultados, no está claro si este resultado difiere y en qué medida con los diferentes tipos de acondicionamiento.

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Un equipo internacional de hematólogos y sus colegas dirigido por los del Hospital Hammersmith (Londres, Reino Unido), realizaron un análisis de registro retrospectivo y multicéntrico de los resultados de 2.780 pacientes (edad media 38 años, rango 18-72) de 301 centros de trasplante a quienes les practicaron el primer TCH en remisión completa entre 2000 y 2017 utilizando hermanos o donantes no relacionados. El equipo exploró si la enfermedad residual medible (ERM) antes del trasplante alogénico de células hematopoyéticas (TCH) para la LLA se asocia con diferentes resultados en los receptores de acondicionamiento basado en la irradiación mieloablativa del cuerpo total (TBI, por sus siglas en inglés), versus el basado en la quimioterapia. Se determinó la presencia del estado del cromosoma Filadelfia.

Los científicos informaron que en 1.816 de los pacientes, no se detectó ninguna enfermedad, y en 964 pacientes, la ERM fue positiva. El acondicionamiento se basó en la TBI en 2.122 (76%) trasplantes. En toda la cohorte, la positividad de ERM fue un factor independiente significativo para una menor supervivencia general (SG) y de supervivencia libre de leucemia (LFS), y para una mayor incidencia de recaída (IR), con las respectivas relaciones de riesgo (HR) de 1,19, 1,26 y 1,51. La TBI se asoció con una SG más alta, LFS y un IR más bajo con HR de 0,75, 0,70 y 0,60, respectivamente.

No se encontró interacción significativa entre el estado de ERM y el condicionamiento. Al investigar el impacto de ERM por separado en las cohortes de TBI y de condicionamiento basado en quimioterapia mediante análisis multivariado, encontraron que la positividad de ERM se asociaba con una OS y una LFS más bajos y un IR más alto en el grupo de TBI, y con un IR más alto en el grupo de quimioterapia. El acondicionamiento basado en TBI se asoció con mejores resultados en pacientes con ERM negativa y ERM positiva.

Los autores concluyeron que habían confirmado que los pacientes que son ERM negativos antes de TCH logran resultados superiores. Esto es particularmente evidente si se utiliza el acondicionamiento TBI. Todos los pacientes con LLA, independientemente del estado de ERM, se benefician del condicionamiento basado en TBI en el entorno mieloablativo. El estudio fue publicado el 23 de octubre de 2019 en la revista Journal of Hematology & Oncology.

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Hospital Hammersmith


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