Métodos de procesamiento afectan micropartículas asociadas con reacciones transfusionales
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 11 May 2016
Actualizado el 11 May 2016
Algunos métodos específicos de fabricación de glóbulos rojos pueden ser menos perjudiciales para las células, que otros, y el conocimiento de que esto podría ayudar a reducir las reacciones adversas en los receptores de transfusiones puede afectar el futuro de la forma cómo se recoge la sangre en todo el mundo.
Los científicos han analizado los niveles de micropartículas y de ADN mitocondrial (ADNmt) presente en la sangre, que pueden indicar daño celular. Al estudiar las unidades de glóbulos rojos fabricadas utilizando nueve procesos diferentes, ellos observaron claras diferencias en la magnitud de los daños para los nueve métodos.
Un equipo de científicos dirigido por aquellos en el Instituto de Investigación de Sistemas Sanguíneos (San Francisco, CA, EUA), preparó 87 concentrados de glóbulos rojos (RCC) utilizando nueve métodos diferentes (seis a 15 unidades/método) incluyendo tres de aféresis, cinco para preparar unidades de sangre total (WB) leucorreducidas (LR) y una unidad de WB sin leucorreducción. En los días de almacenamiento, cinco y 42, se midieron los niveles de ADNmt mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR), y el número y las vesículas extracelulares (EV) originadas en las células, fueron estudiados por citometría de flujo y evaluados en los sobrenadantes de los RCC.
Los recuentos de glóbulos rojos (RBC) y de plaquetas (rPLT) residuales fueron medidos usando un analizador de hematología AcT 8 Coulter (Beckman Coulter Inc., Fullerton, CA, EUA). Los recuentos de glóbulos blancos (WBC) residuales fueron medidos mediante citometría de flujo, con el kit de enumeración LeukoSure CMB (Beckman Coulter, Mississauga, ON, Canadá). La cuantificación de ADNmt fue implementada después de la extracción de ADN y la PCR en tiempo real fue realizada en un sistema de detección de secuencias, LightCycler 480 II (Roche, Basilea, Suiza). La cuantificación de las EVs fue realizada por citometría de flujo, utilizando un citómetro de flujo de mesa LSR II (Becton Dickinson, Franklin Lakes, Nueva Jersey, EUA) con 3-láseres (488 nm azul, violeta 405 nm, y rojo, 633 nm).
El equipo encontró que había una diferencia de 100 veces en los niveles de ADNmt entre los métodos, con los niveles más altos en las unidades no-LR, seguido por MCS+ y de aféresis Trima de RCC. Había una diferencia de 10 veces en los niveles de EV entre los métodos. Se encontraron EVs CD235a + VE derivadas de los RBC en los RCC frescos y aumentaban durante el almacenamiento. Las EVs CD41a + derivadas de las plaquetas fueron más altas en las no-LR y en los RCC Trima, y no cambiaron durante el almacenamiento. Las EVs derivados de los WBC, eran bajos en la mayoría de los CCR; las EVs CD14 + aumentaron en varios RCC durante el almacenamiento.
Sonia Bakkour, PhD, la investigadora principal dijo: “Nuestro estudio mostró que estos patrones moleculares están presentes y que sus niveles y composición son diferentes en función del proceso de fabricación de los glóbulos rojos, que consiste en el proceso y los materiales utilizados para recoger o preparar glóbulos rojos para transfusión. Esto nos dice que algunos procesos de fabricación causan menos daño a los glóbulos rojas de la sangre, que otros”. El estudio fue publicado el 11 de abril de 2016 en la revista Vox Sanguinis.
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