Identifican marcador para riesgo de infección intestinal en bebés prematuros

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 06 Mar 2014
Muchos bebés prematuros sufren una infección intestinal, potencialmente mortal, llamada enterocolitis necrotizante (ECN), y se ha identificado un marcador en aquellos bebés que tienen riesgo de infección.

Dado que la trombocitopenia y la isquemia intestinal son hallazgos consistentes en la ECN avanzada se investigaron dos biomarcadores potenciales: las plaquetas reticuladas (RP) y la fosfatasa alcalina intestinal (iAP).

Imagen: Una plaqueta gigante en un extendido de sangre (Fotografía cortesía de Sysmex).

Científicos del Centro Médico de la Universidad de Loyola (Maywood, IL, EUA) inscribieron prospectivamente en un estudio a 177 niños nacidos con menos de 32 semanas de gestación y que tenían menos de 1.500 gramos de peso, entre 2009 y 2012. Las muestras de sangre fueron recolectadas, de estos niños, dentro de las 72 horas posteriores al nacimiento y semanalmente durante cuatro semanas para medir las plaquetas reticuladas (RP) y la fosfatasa alcalina intestinal (iAP). El porcentaje de plaquetas reticuladas se determinó por citometría de flujo y los niveles de iAP en suero, fueron determinados por electroforesis en gel.

De los 177 recién nacidos, 15 (8,5%) desarrollaron ECN y de éstos, el 93% tenían niveles bajos de RP y el 60% tenían una elevación en la iAP. Aquellos niños con niveles bajos de RP tenían significativamente más probabilidades de desarrollar ECN mientras que aquellos con iAP alta mostraron una tendencia similar. El estudio encontró que los niños que van a desarrollar ECN tenían niveles significativamente más altos de iAP en la semana cuatro. Aunque clásicamente la ECN se produce en la tercera semana de vida, la alimentación de los bebés en la unidad de cuidados intensivos neonatales se inicia lentamente y por lo general no se ha iniciado hasta casi el final de la primera semana. El inicio tardío de los alimentos en los recién nacidos prematuros en el estudio, podría ser debido a que los recién nacidos se encuentran con un bajo peso extremo al nacer (peso al nacer inferior a 1.000 g) e inestables al momento de nacer, retrasando el inicio de la alimentación enteral.

Los autores concluyeron que, dado que la ECN afecta hasta el 10%de los recién nacidos de muy bajo peso al nacer, una población ya vulnerable, es importante descubrir pruebas fiables para detectar aquellos niños en esta subpoblación que están en mayor riesgo de desarrollar ECN con el fin de trabajar en pro de la prevención. Actualmente, no existe una sola prueba que pueda predecir la ECN, sin embargo, el estudio del equipo sugiere que encontrar un recuento bajo de plaquetas reticuladas y una iAP alta pueden ser útiles en la identificación de los recién nacidos prematuros en riesgo de ECN. Jonathan Muraskas, MD, el autor principal, dijo: “La disminución en las plaquetas reticuladas sirve como un indicador sensible para el inicio de la ECN. La investigación adicional también puede encontrar que los niños con niveles elevados de iAP pueden estar en riesgo”. El estudio fue publicado, en línea, en la edición de noviembre de 2013 de la revista Journal of Pediatric Surgery.

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Loyola University Medical Center



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