Prueba diagnóstica beneficia a niños con leucemia

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 20 Nov 2012
La técnica de laboratorio, citometría de flujo, hace posible identificar una sola célula de cáncer entre mil células normales, que permanecen en la medula ósea después de las semanas intensivas iniciales de quimioterapia.

El método demostró que la detección de la enfermedad mínima residual (EMR), por citometría de flujo, fue mejor que otros dos métodos utilizados para predecir la supervivencia de los pacientes con leucemia mieloide aguda (LMA) y los resultados ayudan a identificar quiénes podrían beneficiarse de un tratamiento más intensivo, incluyendo el trasplante de médula ósea.

Investigadores del Hospital Infantil de Investigación de San Judas (Memphis, TN, EUA) incluyeron a 203 pacientes con LMA, incluidos en un ensayo clínico, cuya enfermedad fue diagnosticada entre 2002 y 2008. El proyecto marcó la primera vez en que la EMR fue utilizada para guiar la terapia. Durante el estudio, los científicos examinaron 1,514 muestras de medula ósea de los pacientes por citometría de flujo. De esas muestras, 1,382 también tenían información con respecto a la evaluación microscópica y a 508 se les había hecho amplificación por reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de transcritos de fusión.

El análisis de citometría de flujo mostró que la enfermedad residual mínima, medida por citometría de flujo, predecía, de manera independiente, los resultados del paciente. El hallazgo de incluso una célula leucémica en 1.000 células normales, en la médula ósea, después de la primera o segunda ronda de tratamiento se asoció con un peor pronóstico y un mayor riesgo de recaída o fracaso del tratamiento.

Los científicos concluyeron que el examen microscópico tenía un valor limitado para medir la respuesta al tratamiento. Los problemas variaban desde una incapacidad para distinguir entre las células destinadas a convertirse en células de leucemia y las células normales de la sangre, para clasificar aproximadamente al 10% de los pacientes, como en remisión, cuando la citometría de flujo identificó células leucémicas en la misma médula ósea.

Los investigadores concluyeron que la citometría de flujo hizo que las pruebas de PCR fueran innecesarias para la mayoría de pacientes con LMA. El análisis encontró que las pruebas de PCR generalmente detectan más células leucémicas. En este estudio, la PCR identificó 197 de 311 muestras de pacientes que contenían células de leucemia. La citometría de flujo, de las mismas muestras, mostró que sólo 19, en realidad, albergaban enfermedad residual mínima detectable. Encontraron que las pruebas de PCR son valiosas en la predicción de resultados y guiar la terapia para un subgrupo de pacientes con LMA con cambios genéticos en la leucemia de linaje mixto (LLM).

Hiroto Inaba, MD, PhD, autor principal, dijo: “Estos resultados ayudarán a establecer las pruebas de citometría de flujo, para la enfermedad mínima residual, como una herramienta rutinaria para guiar el tratamiento de la leucemia mieloide aguda e identificar de manera temprana a los pacientes que están en riesgo de que el tratamiento fracase”. El estudio fue publicado el 10 de octubre de 2012, en la revista Journal of Clinical Oncology.

Enlace relacionado:

St. Jude Children’s Research Hospital



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