Prueba sencilla predice riesgo de enfermedad hepática grave
Actualizado el 01 Oct 2025
Las enfermedades hepáticas graves, como la cirrosis y el cáncer de hígado, son cada vez más comunes y suelen tener un mal pronóstico si se detectan tardíamente. Las herramientas de detección actuales tienen una capacidad limitada para identificar a las personas en riesgo de forma temprana, lo que deja a muchos pacientes sin diagnosticar hasta que la enfermedad ha progresado. Investigadores han demostrado que un simple análisis de sangre puede predecir el riesgo de desarrollar una enfermedad hepática grave con hasta 10 años de antelación, lo que ofrece una vía para una detección más temprana.
Un equipo de investigadores del Instituto Karolinska (Estocolmo, Suecia), junto con colaboradores finlandeses, ha desarrollado un modelo llamado CORE para estimar el riesgo mediante métodos estadísticos avanzados. El modelo se basa en cinco factores: edad, sexo y niveles de tres enzimas hepáticas comunes (AST, ALT y GGT), que se miden rutinariamente durante los controles de salud estándar. Para facilitar su uso en atención primaria, ya se ha lanzado una calculadora web que permite a médicos y enfermeras utilizar la herramienta fácilmente.

El estudio analizó datos de más de 480.000 personas en Estocolmo que se sometieron a controles médicos entre 1985 y 1996. Se realizó un seguimiento de los participantes durante un máximo de 30 años, durante los cuales aproximadamente el 1,5 % desarrolló enfermedad hepática grave, como cirrosis, cáncer de hígado o la necesidad de un trasplante de hígado. Los hallazgos, publicados en The BMJ, demuestran que el modelo CORE puede identificar con precisión a las personas con mayor probabilidad de desarrollar enfermedad hepática grave.
Los resultados demostraron que el modelo CORE diferenció correctamente entre quienes desarrollaron la enfermedad y quienes no la desarrollaron en el 88 % de los casos, superando al método FIB-4, ampliamente utilizado. Cabe destacar que demostró su precisión no solo en participantes suecos, sino también al probarse en poblaciones de Finlandia y el Reino Unido. Sin embargo, los investigadores señalan que se necesita una mayor validación en grupos de riesgo especialmente alto, como las personas con obesidad o diabetes tipo 2.
El estudio destaca el potencial de CORE para integrarse en centros de atención primaria, donde la mayoría de los pacientes acuden por primera vez a consulta médica. La identificación temprana podría permitir intervenciones oportunas, incluyendo tratamientos farmacológicos que están empezando a estar disponibles para personas con alto riesgo de cirrosis o cáncer de hígado. Los próximos pasos incluyen la integración del modelo en los sistemas de historiales médicos y una evaluación más exhaustiva de su rendimiento en diversos grupos de pacientes.
“Estas enfermedades son cada vez más comunes y tienen un mal pronóstico si se detectan tardíamente”, afirmó Rickard Strandberg, uno de los desarrolladores de la nueva prueba. “Nuestro método puede predecir el riesgo de enfermedad hepática grave en un plazo de 10 años y se basa en tres sencillos análisis de sangre de rutina”.
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Instituto Karolinska