Biomarcador multifacético demuestra potencial diagnóstico para diversos cánceres
Actualizado el 18 Aug 2025
El cáncer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo a pesar de los importantes avances en medicina. La detección temprana y las herramientas pronósticas fiables son cruciales para mejorar la supervivencia; sin embargo, los biomarcadores eficaces aplicables a múltiples tipos de cáncer siguen siendo limitados. Ahora, un nuevo estudio ha demostrado el potencial de un solo gen para servir como biomarcador diagnóstico, pronóstico e inmunoterapéutico, lo que ofrece esperanzas para un manejo más preciso del cáncer.
Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Luisiana (Nueva Orleans, Luisiana, EUA) y la Universidad de Tulane (Nueva Orleans, Luisiana, EUA) y colaboradores realizaron un análisis bioinformático exhaustivo para evaluar la función del gen CISD1 en el cáncer. Utilizando datos de diversas bases de datos públicas, como TCGA, GTEx, THPA, GEPIA2.0 y cBioPortal, evaluaron la expresión, las alteraciones genéticas y las correlaciones clínicas de CISD1 en 33 tipos de cáncer. Este enfoque sistemático permitió una amplia exploración de sus funciones en la biología tumoral.
Los resultados, publicados en Genes & Diseases, revelaron cambios significativos en la expresión de CISD1, tanto a nivel transcripcional como traduccional. Las mutaciones, en particular en el dominio zf-CDGSH en el punto de acceso A69S/V, se asociaron con la iniciación y la progresión del cáncer. Una expresión elevada de CISD1 se relacionó con resultados clínicos desfavorables, menor supervivencia y mayor riesgo de mortalidad. Además, CISD1 se correlacionó con la carga de mutaciones tumorales, la inestabilidad de microsatélites y los índices de pluripotencialidad, lo que subraya su potencial pronóstico.
El estudio también destacó la relación de CISD1 con los resultados de la inmunoterapia. Los tumores con alta expresión de CISD1 mostraron niveles elevados de proteínas de puntos de control inmunitario, lo que aumenta su probabilidad de responder a terapias de bloqueo de puntos de control inmunitario. Esto establece a CISD1 no solo como un biomarcador diagnóstico y pronóstico, sino también como un predictor de la eficacia inmunoterapéutica. Curiosamente, CISD1 mostró una doble función: actuar como oncogén en la mayoría de los cánceres y, al mismo tiempo, mostrar funciones supresoras de tumores en seis tipos de cáncer.
De cara al futuro, la focalización directa en CISD1 podría presentar nuevas oportunidades terapéuticas. Estrategias como la modulación de su expresión proteica o la interferencia con su grupo hierro-azufre podrían mejorar los resultados del tratamiento. Si bien el estudio reconoce limitaciones, como la falta de validación experimental y la heterogeneidad entre los conjuntos de datos, sienta una base sólida para una exploración más profunda de CISD1 en la biología del cáncer y sus aplicaciones clínicas. En conclusión, este análisis sistemático pan-cáncer demuestra que CISD1 podría servir como un biomarcador diagnóstico, pronóstico e inmunoterapéutico fiable y prometedor en múltiples tipos de cáncer.