Simple análisis de sangre puede predecir progresión clínica del Alzheimer en primeras etapas
Actualizado el 09 Jul 2025
La enfermedad de Alzheimer es difícil de diagnosticar en sus primeras etapas, a menudo cuando los síntomas aún no son evidentes, lo que dificulta predecir la tasa de deterioro cognitivo o la progresión a etapas más avanzadas como la demencia. Los biomarcadores más confiables para detectar y monitorear el Alzheimer requieren procedimientos invasivos, como la punción lumbar o técnicas de imagen costosas como la tomografía por emisión de positrones (PET). Estas limitaciones dificultan la capacidad de diagnosticar la enfermedad temprano y monitorear su progresión de manera efectiva. Ahora, un análisis de sangre podría identificar con precisión la enfermedad de Alzheimer y predecir qué tan rápido progresará, haciendo que el diagnóstico temprano y el monitoreo sean más accesibles y asequibles. El estudio, publicado en la revista Neurology, refuerza el papel de los análisis de sangre en el futuro del diagnóstico y el monitoreo de las demencias.
En el estudio, investigadores del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau, Barcelona, España) analizaron los niveles de p-tau217, una forma específica de la proteína tau asociada con la neurodegeneración, en una cohorte de 731 personas con y sin deterioro cognitivo. Se realizó un seguimiento de los participantes durante un máximo de 10 años, lo que permitió a los investigadores recopilar datos a largo plazo sobre la fiabilidad del marcador para predecir la evolución de la enfermedad. Los investigadores descubrieron que los niveles de p-tau217 se correlacionaban no solo con la presencia de la enfermedad de Alzheimer, sino también con la tasa de deterioro cognitivo.
El estudio demostró que p-tau217 ofrece una mejor capacidad pronóstica que otros biomarcadores, como p-tau181, y puede utilizarse como herramienta para identificar a las personas con mayor riesgo de desarrollar Alzheimer a corto o mediano plazo. Un análisis de sangre para detectar p-tau217 podría proporcionar información valiosa sobre la etapa de la enfermedad y su velocidad de progresión. Esta prueba no invasiva tiene aplicaciones potenciales tanto en el ámbito clínico como en el de la investigación. También podría ayudar a seleccionar pacientes para ensayos clínicos y facilitar el desarrollo de tratamientos modificadores de la enfermedad. En el futuro, los investigadores pretenden explorar más a fondo la utilidad de p-tau217 en el ámbito clínico y su potencial para monitorizar la progresión de la enfermedad en pacientes con Alzheimer.
“En una clínica de memoria, tener acceso a esta información a través de un análisis de sangre abre posibilidades que antes estaban limitadas a centros altamente especializados”, afirma el Dr. Ignacio Illán, investigador del grupo de Neurobiología de las Demencias y neurólogo del Hospital de Sant Pau, quien dirigió el estudio.