Análisis de sangre descarta riesgo futuro de demencia
Actualizado el 08 Apr 2025
Estudios previos han sugerido que biomarcadores específicos, como tau217, neurofilamento ligero (NfL) y proteína ácida fibrilar glial (GFAP), podrían ser valiosos para el diagnóstico temprano de la demencia. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han realizado en personas que solicitaron atención médica debido a síntomas cognitivos, como dificultades de memoria. Se requería un estudio comunitario más amplio para evaluar el poder predictivo de estos biomarcadores en la población general. Ahora, un nuevo estudio publicado en Nature Medicine ha explorado el potencial de estos biomarcadores para predecir la demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, hasta diez años antes del diagnóstico oficial en adultos mayores cognitivamente sanos que viven en la comunidad.
Este estudio, dirigido por investigadores del Karolinska Institutet (Estocolmo, Suecia) y sus colaboradores, analizó biomarcadores sanguíneos en más de 2.100 adultos de 60 años o más, que fueron monitoreados durante un período para rastrear el desarrollo de la demencia. Diez años después, el 17 % de los participantes había sido diagnosticado con demencia. Los biomarcadores probados en este estudio resultaron ser hasta un 83 % precisos. Sin embargo, los investigadores observaron que estos biomarcadores tenían valores predictivos positivos bajos, lo que significa que los niveles elevados de los biomarcadores por sí solos no podían predecir de manera confiable quién desarrollaría demencia en la próxima década. Como resultado, los investigadores recomiendan no usar estos biomarcadores como herramientas de detección generalizadas en la población general en este momento. El estudio también sugirió que la combinación de los tres biomarcadores más significativos, p-tau217 con NfL o GFAP, podría mejorar la precisión predictiva.

“Nuestros hallazgos implican que si una persona presenta niveles bajos de estos biomarcadores, su riesgo de desarrollar demencia durante la próxima década es mínimo”, afirmó Davide Vetrano, profesor asociado del mismo departamento y autor principal del estudio. “Esta información podría tranquilizar a las personas preocupadas por su salud cognitiva, ya que podría descartar el desarrollo futuro de demencia. Estos biomarcadores son prometedores, pero actualmente no son adecuados como pruebas de detección independientes para identificar el riesgo de demencia en la población general”.