Prueba del frotis de mejilla detecta riesgo de parto prematuro
Actualizado el 10 Dec 2024
La preeclampsia es una enfermedad grave que puede poner en peligro la vida y que suele dar lugar a partos prematuros, que se definen como los nacimientos que se producen antes de las 37 semanas de gestación. Los bebés que nacen prematuramente suelen enfrentarse a problemas de salud a largo plazo, como discapacidades intelectuales y del desarrollo. Aunque la preeclampsia es responsable de aproximadamente el 8 % al 10 % de los nacimientos prematuros, estos suelen ser los más tempranos y suelen tener complicaciones de salud más graves. En la actualidad, la preeclampsia se diagnostica en función de síntomas como la presión arterial elevada, que suele manifestarse durante el segundo trimestre. Por desgracia, la enfermedad a veces puede pasar desapercibida hasta que se convierte en una urgencia médica. Sin embargo, un nuevo estudio que analiza muestras de las mejillas de mujeres embarazadas ha identificado un posible biomarcador epigenético de la preeclampsia. Con este biomarcador, los médicos podrían poner en práctica estrategias de tratamiento durante el primer trimestre y principios del segundo, lo que podría retrasar el parto prematuro.
Aunque se necesitan ensayos clínicos para validar estos hallazgos, la investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Washington (Pullman, WA, EUA) ofrece posibilidades prometedoras para una prueba de diagnóstico temprano de la preeclampsia. El estudio, publicado en Environmental Epigenetics, implicó la recolección de células de la mejilla mediante hisopos de 49 nuevas madres después del parto. Entre este grupo, 13 mujeres tenían preeclampsia y dieron a luz prematuramente, mientras que las madres restantes tuvieron partos prematuros pero no preeclampsia. Un grupo de control de 13 mujeres tuvo partos a término. El equipo de investigación analizó los cambios epigenéticos en estas células, centrándose en los factores moleculares que influyen en la actividad genética pero que son independientes de la secuencia de ADN.
El estudio reveló que las madres con preeclampsia exhibieron 389 cambios epigenéticos distintos en regiones específicas de metilación del ADN. Estas modificaciones no estaban presentes en las madres sin la afección. Además, el conjunto de modificaciones mostró solo un 15 % de superposición con la epigenética de las madres que experimentaron un parto prematuro pero no tenían preeclampsia, lo que sugiere que estos cambios están directamente asociados con la preeclampsia. Anteriormente, el equipo había identificado un posible biomarcador para el riesgo de parto prematuro. Los investigadores ahora pretenden realizar un ensayo clínico para confirmar los hallazgos tanto de este estudio como del anterior. En última instancia, esperan desarrollar una prueba de frotis bucal para detectar estos riesgos de manera más temprana, lo que permitirá tratamientos preventivos que podrían mejorar los resultados de salud materna e infantil.
“Si tenemos un biomarcador de la susceptibilidad a la preeclampsia, entonces existen algunas prácticas de manejo clínico en el primer trimestre y principios del segundo trimestre que podrían retrasar un parto prematuro”, dijo el autor correspondiente Michael Skinner, biólogo de la Universidad Estatal de Washington. “El parto prematuro, que ahora representa más del 10 % de todos los embarazos, está causando en gran medida problemas de salud en etapas posteriores de la vida de cada uno de esos individuos prematuros. Esto no es solo un problema para las personas involucradas, sino potencialmente un problema de salud general, y este tipo de medidas podrían tener un gran impacto en la reducción de la carga de enfermedad en nuestra población”.