Análisis de sangre pueden detectar enfermedades inflamatorias intestinales años antes del diagnóstico
Actualizado el 15 Nov 2023
Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), que incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, son afecciones crónicas que provocan una inflamación continua en el tracto digestivo. Esto resulta en malestar y síntomas como dolor de estómago y diarrea persistente. Reconocer y controlar estas afecciones a tiempo es crucial para obtener mejores resultados para los pacientes. Las suposiciones anteriores sostenían que la mayoría de los pacientes experimentaban síntomas aproximadamente un año antes de ser diagnosticados. Sin embargo, la presencia de daños importantes en los intestinos en el momento del diagnóstico indicó que estas enfermedades podrían haberse estado desarrollando durante un período mucho más prolongado. Ahora, una nueva investigación ha revelado que ciertos signos de la enfermedad de Crohn pueden identificarse mediante análisis de sangre hasta ocho años antes de su diagnóstico, y signos de colitis ulcerosa pueden detectarse hasta tres años antes.
Esta investigación, realizada por investigadores del Instituto Francis Crick (Londres, Reino Unido) y la Universidad de Aalborg (Copenhague, Dinamarca), destaca que la aparición de las enfermedades inflamatorias intestinales se produce mucho antes de que se manifiesten los síntomas. Este descubrimiento abre la posibilidad para que los proveedores de atención médica intervengan preventivamente o se comience el tratamiento en una etapa más temprana, potencialmente más efectiva. Los investigadores llegaron a sus conclusiones revisando diez años de resultados de análisis de sangre que condujeron a un diagnóstico de EII. Observaron variaciones en minerales sanguíneos específicos, recuentos celulares e indicadores de inflamación, incluida la calprotectina fecal, un marcador liberado durante la inflamación intestinal y actualmente utilizado para decidir si una persona con molestias gastrointestinales debe someterse a exámenes más detallados. Estas variaciones se hicieron evidentes hasta ocho años antes de que se diagnosticara la enfermedad de Crohn y tres años antes de que se diagnosticara la colitis ulcerosa.
Lo que es particularmente notable es que muchos de estos cambios fueron menores y se ubicaron dentro de lo que se consideraría rangos normales en los análisis de sangre estándar, lo que significa que normalmente no activarían alarmas para tomar medidas adicionales. Fue necesario un análisis exhaustivo de un gran volumen de datos para detectar estos cambios sutiles entre varios indicadores. Los investigadores pretenden profundizar más, explorar si iniciar el tratamiento o las medidas preventivas antes de que aparezcan los síntomas podría ser beneficioso y examinar si estos conocimientos obtenidos de la investigación podrían ayudar a predecir quién podría desarrollar EII en el futuro.
“Nuestra investigación muestra que el daño intestinal que estamos viendo en el momento del diagnóstico es sólo la punta del iceberg. Se están produciendo muchos cambios sutiles en el cuerpo antes de que la enfermedad se establezca”, dijo James Lee, líder del grupo del Laboratorio de Mecanismos Genéticos de Enfermedades de Crick. "Esto tiene enormes implicaciones para la prevención, ya que resalta que existe una ventana de oportunidad para el tratamiento".
"Nuestros hallazgos son novedosos y van de la mano con la evidencia emergente de que las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas probablemente aparecen años antes del diagnóstico", añadió Tine Jess, directora del Centro de Predicción Molecular de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, PREDICT, en la Universidad de Aalborg.
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Instituto Francis Crick
Universidad de Aalborg