Pruebas no invasivas pueden ayudar a identificar pacientes que enfrentan un mayor riesgo de recurrencia del cáncer de cuello uterino

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 16 Oct 2023

Alrededor del 30-40 % de las pacientes con cáncer de cuello uterino desarrollan recurrencia de sus tumores después de someterse a quimiorradiación, y la enfermedad residual generalmente se detecta demasiado tarde para afectar positivamente sus posibilidades de supervivencia. Aunque las biopsias de tejido han sido el método tradicional para detectar tumores, son invasivas y ofrecen sólo una visión limitada de un área tumoral específica. Las biopsias líquidas, por otro lado, ofrecen una forma menos invasiva de detectar componentes microscópicos del tumor en fluidos corporales como la sangre o la orina, incluidos marcadores como el ADN tumoral circulante (ADNtc) y el virus del papiloma humano (VPH). Ahora, un nuevo estudio ha confirmado la eficacia de dos pruebas de biopsia líquida que buscan el VPH en la sangre para detectar pacientes con alto riesgo de cáncer de cuello uterino recurrente después de la quimiorradiación.

El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto (Ontario, Canadá) examinó dos pruebas emergentes, una que utiliza la reacción en cadena de la polimerasa digital (dPCR) y otra que utiliza la secuenciación genética del VPH, y encontró que ambas son igualmente buenas para identificar enfermedad residual en pacientes que acababa de terminar la radiación y la quimioterapia para el cáncer de cuello uterino. Estas pruebas de biopsia líquida tienen la ventaja de detectar restos de VPH en la sangre después de la quimiorradiación antes de que aparezcan nuevos tumores, lo que permite un tratamiento más temprano y posiblemente mejorar los resultados de supervivencia.


Imagen: Las biopsias líquidas pueden detectar rápidamente la enfermedad residual después de la quimiorradiación cervicouterina (Fotografía cortesía de 123RF)

En un estudio piloto anterior, el equipo de investigación tomó muestras de sangre de 20 pacientes con cáncer de cuello uterino antes y después de sus tratamientos de quimiorradiación. Utilizando pruebas de dPCR, el equipo descubrió que aquellas con ADNtc del VPH detectable después de la quimiorradiación tenían peores perspectivas que aquellas que no tenían. El estudio actual tuvo como objetivo validar estos hallazgos iniciales en un grupo de pacientes más extenso, utilizando tanto dPCR como pruebas avanzadas de secuenciación del VPH. Para ello, los investigadores inscribieron a 70 pacientes de diferentes centros de salud que fueron diagnosticadas con cáncer de cuello uterino VPH positivo y habían sido sometidas a quimiorradiación. Estas pacientes fueron observadas durante un promedio de 2,2 años.

Las participantes del estudio proporcionaron muestras de sangre antes del tratamiento y también se sometieron a análisis de sangre inmediatamente después del tratamiento, así como de cuatro a seis semanas y 12 semanas después del tratamiento. El estudio reveló que las pacientes con ADNtc del VPH detectable en estos intervalos tenían tasas significativamente más bajas de evitar la progresión de la enfermedad. Por ejemplo, solo el 53 % de las pacientes con ADNtc del VPH detectable inmediatamente después de la quimiorradiación permanecieron libres de progresión dos años después, en comparación con el 87 % de aquellas sin ADNtc del VPH detectable en ese momento. La brecha fue aún mayor 12 semanas después del tratamiento.

Las biopsias líquidas están ganando terreno debido a los avances tecnológicos y ofrecen un método prometedor para la detección no invasiva del cáncer, especialmente entre los grupos de alto riesgo. Sin embargo, estas pruebas aún no son accesibles universalmente. Un obstáculo para ampliar las pruebas de ADNtc del VPH para el cáncer de cuello uterino es la variedad de tipos de VPH responsables de la enfermedad. A pesar de esto, los investigadores anotaron que la prueba de secuenciación del VPH utilizada en el estudio pudo identificar con precisión los 11 tipos distintos de VPH involucrados. La mayor disponibilidad de biopsias líquidas es esencial para futuros estudios destinados a identificar pacientes de alto riesgo y determinar la intensidad de su tratamiento.

"Estas pruebas no invasivas pueden detectar enfermedad residual después del tratamiento de quimiorradiación antes que las imágenes o un examen clínico", dijo la autora principal del estudio, Kathy Han, MD, oncóloga radioterápica de la Universidad de Toronto. "Podemos detectar una enfermedad mínima, antes de que crezca, lo que potencialmente nos permitirá intervenir antes y mejorar los resultados para las personas con cáncer de cuello uterino".

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Universidad de Toronto


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