Prueba rápida de saliva para diagnóstico de accidente cerebrovascular revoluciona el tratamiento de emergencia
Actualizado el 27 Jul 2023
El traslado al hospital y el diagnóstico oportunos son vitales cuando se sospecha un accidente cerebrovascular. La frase "tiempo perdido es cerebro perdido" subraya la importancia de un diagnóstico y tratamiento rápidos para reducir el riesgo de muerte y mitigar la gravedad de la discapacidad. Ciertos tratamientos, como la trombólisis (medicamentos para disolver coágulos) o la trombectomía mecánica (extracción manual de coágulos), son más efectivos si se administran dentro de las horas siguientes a los primeros signos de un accidente cerebrovascular. En la actualidad, el personal de las ambulancias utiliza listas de verificación de síntomas para identificar posibles casos de accidente cerebrovascular. Las evaluaciones integrales generalmente se realizan en una Unidad de accidente cerebrovascular hiperagudo antes de que los pacientes sean transferidos a una unidad de neurociencia especializada para recibir tratamiento, lo que extiende el camino del tratamiento en al menos una hora.
Ahora, los investigadores de la Universidad de Birmingham (Birmingham, Reino Unido) están listos para colaborar en un estudio que podría conducir al desarrollo de una prueba de diagnóstico rápida y no invasiva para identificar de manera rápida y precisa a los pacientes con accidente cerebrovascular que requieren tratamiento urgente antes de que se produzca un daño cerebral permanente. Este éxito también podría transformar la forma en que se manejan las emergencias por accidentes cerebrovasculares. El estudio Golden Hour for STroke (GHoST) busca identificar biomarcadores (moléculas pequeñas) en la sangre, orina o saliva para un diagnóstico rápido, lo que permite que los pacientes sean dirigidos de inmediato al centro de tratamiento más adecuado. En una investigación anterior, el equipo había identificado cambios rápidos en la concentración de moléculas de saliva específicas después de una lesión cerebral traumática. Una investigación de tres años en jugadores de rugby de élite demostró que estos biomarcadores podrían emplearse en pruebas de diagnóstico avanzadas para la detección rápida y confiable de conmociones cerebrales.
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El estudio GHoST adoptará la misma metodología que estos ensayos exitosos anteriores. Paramédicos capacitados recolectarán muestras de saliva, sangre y orina de pacientes con sospecha de accidente cerebrovascular dentro de la primera hora del inicio de los síntomas. Se continuarán tomando más muestras de sangre, saliva y orina en los hospitales mientras los pacientes reciben atención clínica estándar. Los investigadores se centrarán en los pequeños ARN no codificantes (sncRNA) en la saliva. Estas pequeñas moléculas abundantes que se encuentran en la saliva fueron un descubrimiento emocionante en estudios previos, ya que podrían usarse en pruebas para distinguir entre pacientes con y sin conmociones cerebrales. Si bien el estudio GHoST será el primero en investigar si existen sncRNA específicos de accidentes cerebrovasculares, estudios anteriores han identificado biomarcadores de ARN específicos de accidentes cerebrovasculares en la sangre.
El objetivo de los investigadores es identificar sncRNA que diagnostiquen con precisión un accidente cerebrovascular y lo diferencien de afecciones similares a un accidente cerebrovascular, como convulsiones o migrañas, que representan entre el 30 y el 40 % de los casos sospechosos de accidente cerebrovascular en admisiones en ambulancias de emergencia. También explorarán si los biomarcadores pueden distinguir entre los dos tipos principales de accidente cerebrovascular (isquémico y hemorrágico) que requieren tratamientos muy diferentes. El accidente cerebrovascular isquémico, causado por un coágulo de sangre, representa más del 80 % de los accidentes cerebrovasculares y requiere medicamentos anticoagulantes o extracción quirúrgica del coágulo a través de una arteria (trombectomía). Por el contrario, los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, causados por una hemorragia cerebral, pueden requerir una cirugía cerebral.
“Tener una prueba de saliva sería un gran paso adelante en el diagnóstico prehospitalario del accidente cerebrovascular y realmente ayudaría a las personas a obtener el diagnóstico correcto, llegar al hospital adecuado para recibir el tratamiento adecuado y en el menor tiempo posible”, dijo el Dr. Richard Francis, Jefe de Investigación de la Asociación de Accidentes Cerebrovasculares. “El éxito potencial de este estudio también puede beneficiar enormemente a los países que no tienen acceso inmediato a equipos de escaneo cerebral”.
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Universidad de Birmingham