Secuenciación de próxima generación permite diagnóstico de trastornos de inmunodeficiencia primaria
Actualizado el 02 Jun 2022
El advenimiento de la tecnología de secuenciación de próxima generación (NGS) ha permitido el diagnóstico de pacientes con sospecha de trastornos de inmunodeficiencia primaria, lo que tendrá implicaciones significativas no solo para su diagnóstico y pronóstico, sino que también brindará oportunidades para el manejo terapéutico específico y la planificación familiar.
La paralelización de NGS de las reacciones de secuenciación de ADN genera cientos de megabases a gigabases de lecturas de secuencias de nucleótidos en una sola ejecución de instrumento. Esto ha permitido un aumento drástico en los datos de secuencia disponibles y ha cambiado fundamentalmente los enfoques de secuenciación del genoma en las ciencias biomédicas.
Los trastornos de inmunodeficiencia primaria (PID, por sus siglas en inglés) son un grupo de trastornos heterogéneos causados por variantes de la línea germinal en un gran número de genes que están involucrados o controlan las respuestas inmunitarias. Se han descrito más de 450 PID, y este número sigue aumentando. A pesar de los grandes avances en la caracterización molecular y genética de los PID en los últimos 20 años, el diagnóstico oportuno y preciso de los PID sigue siendo un desafío. Esto es particularmente evidente para los tipos más comunes de PID, como la inmunodeficiencia común variable (CVID), donde existe un amplio espectro de manifestaciones clínicas y aparición tardía de los síntomas.
La CVID, que afecta a hombres y mujeres por igual, es el más común de los síndromes PID conocidos y afecta aproximadamente a una de cada 25.000 personas. Es un trastorno inmunológico caracterizado por infecciones recurrentes y bajos niveles de anticuerpos, específicamente en inmunoglobulinas (Ig) tipos IgG, IgM e IgA. En general, los síntomas incluyen una alta susceptibilidad a invasores extraños, enfermedad pulmonar crónica e inflamación e infección del tracto gastrointestinal.
La intención de un estudio publicado recientemente fue resaltar la importancia de la NGS en el diagnóstico de pacientes con sospecha de PID. Para hacer esto, los investigadores de la Universidad de Australia Occidental (Perth, Australia) reclutaron a 22 pacientes no relacionados con CVID. Todos los sujetos cumplieron con los criterios de diagnóstico formales de la Sociedad Europea de Inmunodeficiencias-Grupo Panamericano de Inmunodeficiencias para CVID y cumplían con al menos uno de los siguientes criterios adicionales: aparición de la enfermedad antes de los 18 años, autoinmunidad, linfocitos B de baja memoria, antecedentes familiares y/o antecedentes de linfoproliferación.
Las muestras de ADN se analizaron y procesaron con un panel de secuenciación de próxima generación que contenía 120 genes inmunitarios diferentes. Los resultados del análisis NGS identificaron posibles variantes patogénicas en seis de los 22 pacientes (27 %). En otros cuatro pacientes, se identificaron variantes de significado desconocido (VOUS). Las VOUS son variantes genéticas cuyo significado clínico no está claro en esta etapa, pero que pueden causar la enfermedad. En general, se encontraron anomalías genéticas en casi la mitad de los sujetos.
“Las pruebas genéticas eran costosas de realizar y estaban dirigidas principalmente a la secuenciación del ADN de un solo gen o de un número muy pequeño de genes. Por lo tanto, un diagnóstico genético era limitado para muchos pacientes con PID”, dijo el autor principal, el Dr. Lloyd J. D'Orsogna, profesor principal de patología y medicina de laboratorio en la Universidad de Australia Occidental. “Los avances recientes en tecnología genética permiten realizar pruebas asequibles de múltiples genes del mismo individuo. Por lo tanto, podemos identificar un gen específico que puede conducir a infecciones frecuentes en los pacientes. Un diagnóstico más temprano y preciso puede mejorar el resultado del paciente y prevenir complicaciones. Espero que la nueva era de la medicina genética permita un diagnóstico más temprano y preciso, lo que probablemente conduzca a mejores tratamientos y resultados para todos”.
El estudio se publicó en la edición en línea del 12 de mayo de 2022 de la revista The Journal of Molecular Diagnostics.
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Universidad de Australia Occidental