Prueba genética predice potencial cancerígeno en quistes pancreáticos

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 14 Sep 2011
Se desarrolló una prueba genética que diferencia los quistes pancreáticos precancerosos de las vesículas benignas usando secuenciación paralela.

El análisis genético de quistes precancerosas llenos de fluido y la búsqueda de mutaciones puede ayudar a más de un millón de pacientes, cada año, a evitar la posibilidad de una cirugía innecesaria para eliminar los tumores benignos.

Los científicos del Centro de Cáncer Kimmel en Johns Hopkins (Baltimore, MD, EUA) analizaron el ADN del líquido del quiste, de 19 neoplasias intraductales mucinosas papilares y el tejido normal correspondiente usando secuenciación masiva en paralelo de 169 mutaciones en los genes del cáncer. Catorce de los 19 tumores presentaban mutaciones en el oncogén pancreático conocido como homólogo del oncogén viral de sarcoma de rata Kirsten (KRAS), y 6 de los 19 tenían una mutación en la subunidad alfa estimuladora de la subunidad alfa de la proteína-G (GNAS), un oncogén muy conocido en otros tipos de tumores.

En un número mayor de muestras de fluido de estas neoplasias quísticas, el 96% tenían una mutación en al menos uno de los dos oncogenes. En contraste, 44 quistes benignos no mostraron GNAS o mutaciones del gen KRAS. Las mutaciones del gen KRAS aparecieron ocasionalmente en un tipo raro de quiste con un potencial relativamente bajo para convertirse en cancerosos. Según los investigadores, estos quistes raros, en su mayoría benignos, son menos difíciles de diagnosticar debido a su ubicación dentro del páncreas y el tipo de paciente.

En general, los pacientes con un quiste que parece inofensivo y es inferior a 3 cm de tamaño, son monitorizados para vigilar el crecimiento de los quistes u otros elementos relacionados, como un nódulo sólido. Con quistes que aparecen más preocupantes, se recomienda a menudo la extirpación quirúrgica, pero el procedimiento requiere además la extirpación de una porción del páncreas, y se pueden desarrollar complicaciones como una fístula pancreática, donde el líquido del páncreas se escapa a través de la incisión quirúrgica, dificultades para comer, y una recuperación prolongada.

Bert Vogelstein, MD, autor principal del estudio, dijo: “Se deben hacer estudios nuevos sobre un número mayor de pacientes antes de que se pueda ofrecer ampliamente la prueba genética. Sin embargo, la tecnología para desarrollar la prueba genética, en este caso es relativamente sencilla ya que la mutación se produce en un punto en los dos genes”. El estudio fue publicado en la edición del 20 de julio de 2011, de la revista Science Translational Medicine.


Enlace relacionado:
Johns Hopkins Kimmel Cancer Center


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