Diagnóstico exacto de la colestasis obstétrica previene sufrimiento fetal

Por el equipo editorial de Labmedica en Español
Actualizado el 09 Apr 2008

La colestasis obstétrica es la enfermedad hepática más común durante el embarazo y puede causar complicaciones serias. Aumenta el nivel de los ácidos biliares en la sangre, lo que produce un prurito severo, particularmente en las palmas de las manos y plantas de los pies. Las grasas de la dieta no son absorbidas adecuadamente, por lo que los niveles de vitamina K caen, aumentando el riesgo de sangrado excesivo en la madre y el bebé. La colestasis obstétrica está asociada con sufrimiento fetal, parto prematuro y muerte al nacer, por lo que el diagnóstico exacto y oportuno es crucial.

Una prueba de ácidos biliares es la prueba más sensible para la colestasis hepática. Los niveles de ácidos biliares se elevan en otras enfermedades, como el hígado graso agudo del embarazo y la cirrosis hepática. Por lo tanto, las pruebas de función hepática como la alanina aminotransferasa (ALT), la fosfatasa alcalina y la gama glutamil transpeptidasa (GT) son necesarias para descartar la posibilidad de otras enfermedades hepáticas. El análisis de quinta generación de ácidos biliares de Randox Laboratories (Crumlin, RU) puede ser usado para diagnosticar la colestasis obstétrica, en combinación con la gama completa de la compañía, de pruebas para la función hepática.

El tratamiento para la colestasis obstétrica implica ecografías frecuentes para monitorizar el sufrimiento fetal. Se recomienda descanso y pruebas hepáticas periódicas para la madre, y los medicamentos pueden aliviar los síntomas. El parto se induce frecuentemente alrededor de la semana 37-38 para reducir el riesgo de muerte al nacer. La colestasis obstétrica se resuelve espontáneamente después del nacimiento; esto se puede confirmar cuando los niveles de ácidos biliares vuelven a la normalidad.



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